martes, 23 de septiembre de 2014

Perdón Tlaloc si en algo te he ofendido (I)

En estas últimas fechas por el barrio que habito Tlaloc ha dejado caer su furia, en parte creo que es culpa mía, he insultado a tantos dioses que probablemente Tlaloc se sienta ofendido. Más allá del romanticismo que nos han vendido con la lluvia; besos bajo la lluvia; reencuentros de amantes, particularmente después de decir que no en el altar a aquella persona de la cuál nunca estuvo realmente enamorada, pero por azares del destino terminó a media iglesia y con media celebración religiosa ya pasada; y todo ese tipo de clichés que no han vendido que se pueden hacer bajo la lluvia, más allá de todas esas mamadas, que llueva en el pinche DF es la muerte. El pinche tráfico hasta la madre; todos bien pinches enojados porque, o ya se le hizo tarde o tienen un chingo de ganas de ir a hacer del 2 y el pinche tráfico no avanza. Se te acaban los datos "del telcel" porque tu plan nomás tiene 200 mb, en la radio no hay ni madres, nomás el Mariano Osorio que a todas putas horas está dando sus reflexiones. Y eso es sólo cuando vas en auto, pero si vas en el pinche transporte público, peor. Las micros hasta el huevo de llenas. Te subes por atrás y con voz serena y rostro estoico avientas al aire un cadencioso -Sí pasa uno, de favor- entonces el operador, con la amabilidad característica te grita -¿A dónde?- tú respondes -¿Al metro?- Todo va de mal en peor, si la pinche micro va llena, en medio del tráfico; todos mojados, el metro va a estar mucho peor.
Ya de por sí entrar al metro cuando hay lluvia es haber ganado la primera batalla. Con los escalones todos mojados es muy fácil darse en la madre al querer bajar, no te puedes agarrar del tubo que sirve para que no te caigas porque, bueno, nadie se agarra de esa madre ¿Quién sabe cuantos pinches seres extraños vivan en esos fierros después de tantas manos con harta mugre que se han agarrado? Entonces no te agarras del tubo, te vas de intrépido. Logras bajar, o subir hasta donde está la pinche taquilla y viene tu reality check, pinche fila de 6 metros, parece la fila de la medusa en six flags sábado al medio día. Entonces recapitulas, ya te aventaste el camino de tú chamba, escuela o cualquier otro lado hasta donde tomas el micro, todo mojado te subes al micro, 30 minutos para una distancia de .5 km, que bien te la pudiste haber aventado caminando, pero está lloviendo. Te formas en la fila, ya qué. Pagas tus 5 pesos, entonces bajas a los rincones más tenebrosos del averno, o andenes, es lo mismo. Pinche metro peor que la micro. En la micro al menos te subiste, en el pinche tren ni entras. Dejas pasar uno, dos, ocho y ya te armas de valor y piensa -A huevo, en el próximo si entro- No entraste, te sacaron. Dejas pasar otros 3 y ya por fin subes. Todo eso transcurre en un lapso de 30 a 40 minutos porque, para nuestra seguridad el metro disminuye la rapidez. Entonces ya estás adentro gracias a que te hiciste lo más flaquito que pudiste, a la mierda Lavoisier y su pinche teoría de la conservación de las masas, quién sabe cómo le hiciste pero entraste en 0.4 metros cuadrados, también es de decir que la gente que no logró entrar te ayudó dándote unos empujones marca diablo, como sí perdieras tu calidad de ser humano y te convirtieras en una paca de ropa sucia o como si estuvieran metiendo la ropa a su closet, así mero te empujan. Ya te rompieron dos costillas, se te dislocó el hombro, pero entraste. Ya dentro es la pinche muerte, gente toda mojada, igual que tú, de malas, huelen mal, empiezan a sudar, se hace una densa nube de gases, no puedes respirar; pero si llevas mochila es peor, tienes que buscar un lugar para ti y uno para la mochila. Si con tu cuerpiperro no te puedes mover, ahora con la mochila menos. Otra media hora para llegar a tu destino, que eran dos estaciones de tu posición inicial. Entonces ya que vas a llegar a tu estación empiezas a buscar tu mejor alternativa de escape y la decisión más difícil, o bajas tú o baja la mochila, ambas no. Entonces aplicas todos los conocimientos que has adquirido  a lo largo de tu vida acerca de interacciones sociales y relaciones interpersonales, y preguntas -¿baja en la que sigue?- Sí todos estos conocimientos fueron bien inculcados y aprendidos logras que la persona te conteste - Sí/No- Si dice sí ya chingaste, porque él te abre camino y tú sales, pero si dijo que no entonces debes de ocupar todos eso años que estuviste yendo al gimnasio a las 6 de la mañana, levantando pesas de 200 kg, haciendo mil lagartijas, 800 abdominales diarias, para aventarle tu bien trabajado cuerpo y se sienta intimidado y te deje pasar, de lo contrario sólo hará un leve giro dejando un pequeño espacio para que quepas, no sólo tú, también tu mochila. Arriba el tren a la estación , ya estás cerca de la puerta. Se abre, la miras, te mira, sabes que están tan cerca, pero debes salir con todas tus pertenencias y lo menos mancillado posible. Pides permiso, te ignoran, giras de un lado a otro para salir con tu mochila y tu poca dignidad y lo logras, sólo para encontrarte que sigue lloviendo.
Fin del capítulo I

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