El ir al fastfood es de lo más común en esta vida tan ajetreada. El rey de la comida rápida es por mucho el payaso homosexual de amarillo y rojo.
Mi relato paso hace ya varios años en uno de estos restaurantes del McDonals.
A mi madre nunca le ha gustado ir a comer a restaurantes, fondas, puestos, o algún otro establecimiento. No sé si por algún temor a pescar una infección o porque la señora tiene pelos en la axila o porque los parrilleros les escupen a la carne cuando se las regresan porque le falto cocción(me consta). Pero la idea es que a mi señora madre no le gusta comer fuera de la casa. Pero ese día, no recuerdo por qué, nos llevó a mis primos de como 8 o 10 años, a mi hermana y a mi.
Ya en el McDonals después de pedir mis tradicionales nuggets y cajitas felices para los mas pequeños, nos dispusimos a tomar asiento y comer de forma relajada.
Está por demás decir que los padres son muy inconscientes porque dejan ir a sus chamacos a subirse al tobogán que está en la sección infantil, con la boca atascada de hamburguesa y refresco. Ahí, por lo que recuerdo de mis años de niño, no se puede respirar bien porque está todo cerrado y los toboganes son de plástico grueso y hace un calor como en el mismo infierno. Luego como hay un chingo de escuincles totalmente desquiciados, como leones que viven enjaulados 35 años y un día los sacan, así, así están todos y aparte con la boca atiborrada de comida. Es una bomba de tiempo! Pero los padre prefieren desahacerse de sus diablillos un ratito, aunque sea chiquito, los dejan ahí chacoteando, brinco y brinco, salto y salto.
Continuo con mi relato. Mi madre ingenua ama de casa dejo ir a mis primos a los toboganes con el siguiente modus operandi. mordida Hamburguesa, refresco, brinco desesperado por irse, y emprender carrera. Así fue por varias veces, hasta que lo inevitable fue, pues si, inevitable.
En la parte más alta del tobogán, le dio un "revoltijo de panza" a un niño y pues arrojo la cajita, que seguro ya no estaba feliz. Una reacción en cadena, provoco el vómito colectivo. Los niños pueden ser muy latosos, pero nomas ven algo de vomito y todos a vomitar, como orquesta los imagino. Buuuuah, agggghh, buuuaggg, buuuuuaaaaaaahhhhhh.
El vómito estaba de a peso, y pues ahí encerrados seguro se siente mas gacho.
Yo me comía mis nuggets y escuché unos alaridos de niñitos que corrían con sus madres. Los que salieron limpios de la masacre en vómito. Pensé que seguro alguien se había caído y se había puesto en su madre o que ya se habían peleado o cualquier otra cosa, hasta que llega mi primo con mucha mesura (sin vomito) y algo asustado. Mi madre le preguntó alarmada "qué pasó? qué pasó?" y pues cono es natural, al querer contarnos el sucio suceso, su cajita que llevaba dentro y lo que había visto le hicieron una mala jugada y pues nos vomito ahí a medio restaurante. Mi madre no le quedó mas que jalarlo hacia nuestra mesa y soplarle en su frente.
Ni modo cada madre tomo a su vomitado hijo y con la pena borrándoles como destello de supersayayin tomaron todas las servilletas y les medio limpiaron lo que aun se podía limpiar.
Recomendación: si tiene hijos, déjenlos primero ir a jugar y ya después que coman. Entre tanto brinco y ajetreo seguro les pasa algo similar.
PD: ya ni les cuento la cara que puso el wey al que pusieron a limpiar. Yo hubiera renunciado en ese momento.
jajajajajajaja muy bueno!!!
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